La lectura del glifo de atemoztli

En relación a los glifos y a las escenas pictográficas que aparecen en los códices y manuscritos coloniales y que se refieren a la fiesta de atemoztli,[1] podemos hacer las siguientes observaciones.[2] Los glifos que aparecen en gran parte de las fuentes presentan generalmente la figuración pictográfica de una corriente de agua que baja o gotas de lluvia que caen. Estos elementos acuáticos se pueden leer en náhuatl como a-temo (agua que baja).

En las fuentes en las cuales aparece solamente el glifo de atemoztli, sin asociación con ningún otro elemento pictográfico, el agua baja o surge de una base piramidal o altar, que veremos podría leerse en náhuatl como complemento fonético *moz.[3] Los documentos en los cuales aparece esta estructura arquitectónica son el Códice Vaticano A (figura 1), las Ruedas Boturini No. 4 (figura 2) y Veitia No. 4 (figura 3), Muñoz Camargo (figura 4) y la Rueda Veitia No. 5 (figura 5). A veces, además del chorro de agua y del altar se muestra una fila de huellas de pies descendientes (figuras 1, 2 y 3), elemento fonético que indica el verbo “bajar” (temo). En el caso de la Rueda Boban (figura 6), no aparece el basamento piramidal escalonado y en su lugar está la imagen de una piedra (tetl), que funge como complemento fonético te que complementa la expresión a-temo (agua que baja). En otros dos casos, Serna y la Rueda Boturini No. 5 (figuras 7 y 8), tenemos únicamente el elemento fonético de la piedra (te) acompañado de lo que parece ser una rama, que normalmente se lee xiuh, “hoja” o “hierba” en náhuatl. Este elemento vegetal no tiene sentido para la lectura de atemoztli y existe la posibilidad de que autores tardíos como Serna, en el siglo XVII, y Boturini, en el XVIII, quien probablemente copió a Serna, confundieron el elemento fonético del flujo de agua (a) con las hojas de una planta o la fronda de un árbol (xiuh).

Otras fuentes iconográficas asocian el glifo de atemoztli a elementos pictográficos más o menos complejos. En los Códices Telleriano-Remensis (figura 9) y Vaticano A (figura 10), el glifo compuesto por una corriente de agua descendiente se combina con la cabeza del dios Tláloc, mientras que en los Códices Magliabechiano (figura 11), Tudela (figura 12), Ixtlilxóchitl (figura 13) y Veitia (figura 14) aparecen gotas de lluvia que se asocian al cuerpo completo de este mismo dios. Volvemos a encontrar el glifo de las gotas de lluvia en otras imágenes complejas, como los Códices Matritenses de Sahagún (figura 15)[4] y el Códice Tovar (figura 16) y el Calendario Mexicano (figura 17). En estas dos últimas fuentes, un personaje ataviado como Tláloc, sacerdote o representante humano (teixiptla) vierte agua por medio de un cántaro.

En fin, no podemos dejar de mencionar al único códice de probable origen prehispánico, el Códice Borbónico, que representa una escena compleja de la fiesta de atemoztli (figura 18), pero no reporta ningún glifo pictográfico alusivo al nombre de la festividad. En la lámina 35 del Borbónico, vemos un enorme cerro vestido con un atavío de papel manchado de hule (amatetehuitl), en cuya cumbre se encuentra un adoratorio acuático (ayauhcalli) presidido por las figuras de Tláloc y su consorte Chalchiuhtlicue. En la techumbre del templo, un comentarista español escribió la siguiente glosa: “Cu en la laguna, dioses de las canoas”.

La ausencia del glifo de atemoztli en el Borbónico es para mí muy significativa y me impulsa a pensar en la posibilidad de que los tlacuiloque de este códice no tenían la necesidad de indicar pictográficamente que se trataba de la veintena de atemoztli, porque esto resultaba obvio para un lector nativo, que ubicaba inmediatamente el nombre de la fiesta por las figuraciones del cerro, del templo y de los dioses acuáticos y por su contexto en el ciclo anual de las veintenas, después de la fiesta del Fuego Nuevo-panquetzaliztli y antes de la veintena de tititl (Códice Borbónico, láminas 34 y 36). Aunque se ha querido argumentar que el Borbónico es un códice de origen colonial, por algunos elementos influenciado por el dibujo europeo y por las escuetas glosas españolas que recibió, en esta lámina 35 del amoxtli nada parece sugerir una influencia europea. El laconismo y la imprecisión de la glosa española “Cu en la laguna, dioses de las canoas”, contrasta con los abundantes comentarios que podemos leer normalmente en los códices coloniales, llevándonos a pensar que pasó bastante tiempo entre el momento de la confección del manuscrito – probablemente en la época prehispánica – y el momento en el que fue glosado. Es posible inclusive que el comentarista del Borbónico desconociera el nombre náhuatl de la fiesta de atemoztli.

Nos queda solamente comentar la extraña imagen que aparece en el Manuscrito Durán (figura 19). En la parte superior de la ilustración de la fiesta de atemoztli que se puede ver en la obra de Durán (Historia de las Indias de Nueva España, f. 342r) vemos a un personaje de cabeza vestido con una túnica al estilo griego o romano que baja de un cielo estrellado. Del glifo pictográfico de atemoztli queda únicamente la acción de “bajar”, sin embargo no parece haber ninguna referencia al elemento “agua”. El mismo Durán explica la imagen que ilustra su obra de esta manera: “Era la figura de este día la que vemos pintada en el principio de este mes, fingían que bajaba un niño del cielo este día y a este niño llamaban Agua como del vocablo mexicano se colige, conviene a saber, atemoztli que quiere decir el “bajamiento de agua”, atl quiere decir “agua”, temo quiere decir “bajar”, y así componen atemoztli, que quiere decir lo dicho”.[5] De acuerdo a Durán entonces, el personaje que baja del cielo sería un niño, personificación del agua. Es evidente que el tlacuilo del Manuscrito Durán no disponía de una referente prehispánico del glifo de atemoztli y optó por copiar un imagen renascentista de ispiración clásica.

Regresando al análisis de los glifos de atemoztli, podemos darnos cuenta que éstos podían aparecer en las fuentes coloniales solos (indicando un período de tiempo del cempohuallapohualli o calendario de las veintenas) o podían presentarse en asociación con diversos elementos rituales: dioses (en el caso de atemoztli Tláloc o Chalchiuhtlicue), personajes (sacerdotes, personificaciones de los dioses, etc.), lugares (cerros, templos, etc.), objetos (instrumentos, atavíos, etc.) y acciones (el bajar o verter agua, el ofrendar comida o bebida, etc.). Los glifos de atemoztli podían además variar bastante, dependiendo del período histórico, la tradición escrituraria y la región de origen. Aunque todos los glifos presentan por lo menos dos elementos de base – el chorro de agua que desciende o las gotas de lluvia que caen, cuya lectura es a-temo (agua que baja) – en algunas partes se podían utilizar ciertos refuerzos fonéticos particulares, como las huellas de pie que bajan (temo), la piedra (te), o el basamento piramidal, del cual proponemos la lectura tentativa *moz.

Esta posible lectura implicaría que las estructuras piramidales que aparecen en los glifos de atemoztli del Códice Vaticano A, de las Ruedas Boturini No. 4 y Veitia No. 4, de Muñoz Camargo y de la Rueda Veitia No. 5, podrían quizás leerse como momoztli, palabra que en náhuatl significa “altar” o “adoratorio”. En este caso particular, la palabra momoztli sólo se leerían la segunda sílaba *moz, eliminando la primera sílaba mo. Casos parecidos a éste serían aquéllos de la lectura del glifo de Aztlan en el Códice Boturini, propuesta recientemente por Alonso Zamora en este blog, donde del glifo de la caña-popote (piaztli) se leería solamente su segunda sílaba *az, eliminando la primera sílaba pi, y el ejemplo señalado por Gordon Whittaker (2009: 63), en el cual del glifo de huipil (huipilli) en el topónimo de Chipiltépec sólo se leería la segunda sílaba *.pil, eliminando la primera sílaba hui.[6]

La lectura del elemento piramidal del glifo de atemoztli como sílaba *moz es sugerida por Jacinto de la Serna en su obra Manual de ministros de indios: “El décimo quinto mes se llamaba atemoztli, que quiere decir “ara de los dioses del agua”, como síncopa de ateomomoztli“.[7] Evidentemente Serna estaba equivocado sobre el significado de la palabra atemoztli, que como señaló Durán significa “bajamiento de agua” y no “altar de los dioses del agua”, sin embargo, es posible que Serna conociera el glifo de atemoztli en el cual aparece la figura de un altar o basamento piramidal y que él mismo dedujera, o algún intérprete náhuatl le sugiriera, la lectura momoztli, llevándolo a constituir la falsa etimología “altar de los dioses del agua”. El fenómeno de la “síncopa” aludido por Serna podría referirse entonces no tanto al significado de atemoztli, sino a su lectura pictográfica, en la cual se tendría que sincopar, es decir eliminar, la primera sílaba mo, quedando únicamente la segunda *moz.[8]

Termino esta brevísima nota sobre la lectura de los glifos de atemoztli, mostrando un contraejemplo que pone en tela de juicio la lectura de la sílaba *moz aquí propuesta. En el folio 27r del Códice Mendoza (figura 20), encontramos el glifo de Temohuayan, un pueblo tributario de la Triple Alianza. Como en algunos de los glifos de atemoztli, observamos las huellas de pie que bajan de una plataforma piramidal, elemento logográfico que nos da la lectura del verbo temo (bajar). En este caso, es evidente que el elemento arquitectónico escalonado es solamente una apoyo pictográfico que ayuda a leer las huellas de pie como la acción de “descender” o “bajar”, sin ninguna lectura fonética en sí mismo. ¿Deberíamos entonces desechar las posible lectura *moz para la estructura escalonada que vemos en los glifos de atemoztli? Sólo un tlacuilo prehispánico nos sacaría de la duda. Mientras tanto, someto esta posible lectura al criterio y a los comentarios de los lectores y especialistas interesados en este blog.

Figura 1

Códice Vaticano A, f. 87r: glifo de atemoztli con chorro de agua que baja (a-temo), elemento piramidal (posible lectura *moz) y huellas descendientes (temo).

Figura 2

Rueda Boturini No. 4 (muy borroso por la baja resolución): glifo de atemoztli con chorro de agua (a), elemento piramidal (posible lectura *moz) y huellas descendientes (temo).

Figura 3

Rueda Veitia No. 4 (probable copia de la Rueda Boturini No. 4): glifo de atemoztli con chorro de agua (a), elemento piramidal (posible lectura *moz) y huellas descendientes (temo).

Figura 4

Muñoz Camargo, Descripción de la ciudad y provincia de Tlaxcala (rueda calendárica dibujada entre los f. 176 y 178): glifo de atemoztli con chorro de agua que baja (a-temo) y elemento piramidal (posible lectura *moz).

Figura 5

Rueda Veitia No. 5 (probable copia de Muñoz Camargo): glifo de atemoztli con chorro de agua que baja (a-temo) y elemento piramidal (posible lectura *moz).

Figura 6

Rueda Boban: glifo de atemoztli con doble chorro de agua que baja (a-temo), una piedra (te) y huellas descendientes (temo).

Figura 7

Serna, Manual de ministros de indios (tabla calendárica dibujada final de la obra): glifo de atemoztli con el elemento fonético de la piedra (te) y una rama (probable lectura xiuh).

Figura 8

Rueda Boturini No. 5 (probable copia de Serna): glifo de atemoztli con el elemento fonético de la piedra (te) y una rama (probable lectura xiuh).

Figura 9

Códice Telleriano-Remensis, f. 5v: glifo de atemoztli con un chorro de agua descendiente (a-temo) asociado a la cabeza de Tláloc.

Figura 10

Códice Vaticano A, f. 45r (probable copia del Códice Telleriano-Remensis): glifo de atemoztli con un chorro de agua descendiente (a-temo) asociado a la cabeza de Tláloc.

Figura 11

Códice Magliabechiano, f. 44r: glifo de atemoztli con gotas de agua que caen (a-temo) asociado a un Tláloc de cuerpo completo.

Figura 12

Códice Tudela, f. 26r (probable copia del Códice Magliabechiano): glifo de atemoztli con gotas de agua que caen (a-temo) asociado a un Tláloc de cuerpo completo.

Figura 13

Códice Ixtlilxóchitl, f. 101v (probable copia del Códice Magliebechiano o Tudela): glifo de atemoztli con gotas de agua que caen (a-temo)asociado a un Tláloc de cuerpo completo.

Figura 14

Códice Veitia, f. 16r (probable copia del Códice Ixtlilxóchitl): glifo de atemoztli con gotas de agua que caen (a-temo)asociado a un Tláloc de cuerpo completo.

Figura 15

Fray Bernardino de Sahagún, Códices Matritenses, f. 252v: en la esquina superior derecha, glifo de atemoztli con gotas de agua (a-temo) asociado a una escena de ofrenda de pulque.

Figura 16

Códice Tovar, f. 155r: glifo de atemoztli con gotas de agua que caen (a-temo) asociado a un sacerdote o representante humano (teixiptla) de Tláloc que vierte agua de un cántaro.

Figura 17

Calendario Mexicano, f. 98r (probable copia del Códice Tovar): glifo de atemoztli con gotas de agua que caen (a-temo) asociado a un sacerdote o representante humano de Tláloc que vierte agua de un cántaro.

Figura 18

Códice Borbónico, lámina 35: escena correspondiente a la fiesta de atemoztli, en la cual no aparece ningún glifo de atemoztli.

Figura 19

Manuscrito Durán, f. 342r: Escena de atemoztli con glifo extraño (personaje que baja de un cielo estrellado), probablemente de inspiración europea.

Figura 20

Códice Mendoza, f. 27r: Glifo de Temohuayan con huellas de pie descendientes de un basamento piramidal (lectura temo), en el cual la estructura arquitectónica en sí no tiene ningún valor fonético.

Reproducciones digitales de los códices consultables en línea

Códice Borbónico: http://www.assemblee-nationale.fr/histoire/7gf-borbonicus.asp.

Códice Ixtlilxóchitl: http://gallica.bnf.fr/ark:/12148/btv1b84701752.

Códice Mendoza: https://iiif.bodleian.ox.ac.uk/iiif/viewer/2fea788e-2aa2-4f08-b6d9-648c00486220.

Códice Telleriano-Remensis: http://gallica.bnf.fr/ark:/12148/btv1b8458267s.

Códice Tovar: www.wdl.org/en/item/6759/#q=tovar&qla=en.

Códice Vaticano A: https://digi.vatlib.it/view/MSS_Vat.lat.3738.

Rueda Boban: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:The_Boban_Aztec_Calendar_Wheel_WDL6760.png.

Códices Matritenses de fray Bernardino de Sahagún: http://bdmx.mx/documento/galeria/bernardino-sahagun-codices-matritenses.

Reproducciones facsimilares de los códices

Calendario Mexicano, en el manuscrito Cantares Mexicanos, edición facsimilar, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Bibliográficas, 1994, f. 85-100.

Códice Magliabechiano, en Ferdinand Anders (ed.), Códice Magliabechiano. Cl. XIII. 3 (B.R. 232), Biblioteca Nazionale Centrale di Firenze, Graz, Akademische Druck-und Verlagsanstalt, 1970.

__________, en Ferdinand Anders, Maarten Jansen, Luis Reyes García (comisión técnica investigadora) Libro de la vida. Texto explicativo del llamado Códice Magliabechiano, CL.XIII.3 (B.R.232), Biblioteca Nacional de Florencia, introducción y explicación de Ferdinand Anders y Maarten Jansen, con contribuciones de Jessica Davilar y Anuschka Van’t Hooft, Austria-México, Akademische Druck-und Verlagsanstalt-Fondo de Cultura Económica, 1996.

Códice Tudela, en Juan José Batalla Rosado (ed.), El Códice Tudela y el Grupo Magliabechiano. La tradición medieval europea de copia de códices de América, original conservado en el Museo de América de Madrid, 2 v., presentación de José Luis de Rojas, director del Departamento de Historia de América II, estudio de Juan José Batalla Rosado, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, Madrid, Ministerio de Educación, Cultura y Deporte-Agencia Española de Cooperación Internacional-Testimonio, 2002.

Códice Veitia, enJosé Alcina Franch (ed.), Códice Veitia. Modos que tenían los indios para celebrar sus fiestas en tiempos de la gentilidad, edición facsimilar, estudio, trascripción y notas de José Alcina Franch, presentación de Francisco Morales Padrón, Madrid, Testimonio, 1986.

Muñoz Camargo, Diego, Descripción de la ciudad y provincia de Tlaxcala de las Indias y del Mar Océano para el buen gobierno y ennoblecimiento dellas, edición facsimilar del manuscrito de Glasgow con un estudio preliminar de René Acuña, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Filológicas, 1981.

__________, Descripción de la ciudad y provincia de Tlaxcala, en René Acuña (ed.), Relaciones geográficas del siglo XVI. Tlaxcala, 2 v., México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Antropológicas, 1984.

Ruedas Boturini Nos. 4 y 5, en Lorenzo Boturini Benaduci, Historia general de la América Septentrional, edición, estudio, notas y apéndice documental de Manuel Ballesteros Gaibrois, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas, 1990.

Ruedas Veitia Nos. 4 y 5, en Mariano Veitia, Los calendarios mexicanos, edición facsimilar, dirección editorial de Miguel Ángel Porrúa y Luz María Bueno de Porrúa, México, Miguel Ángel Porrúa, 1994.

Serna, Jacinto de la, Manual de ministros de indios para el conocimiento de sus idolatrías, y extirpación de ellas, México, Imprenta del Museo Nacional, 1892.


[1] Agradezco al Dr. Marc Thouvenot, investigador emérito del CNRS (Francia) por haberme facilitado las reproducciones fotográficas de los facsímiles de los manuscrtios y códices que se muestran en esta entrada. El Dr. Thouvenot reunió todas las imágenes relativas a los calendarios nahuas en un programa informático llamado Tonalpohua, el cual pronto estará disponible para el público en el sitio http://cen.sup-infor.com. Las fotos del glifo de atemoztli proporcionadas por el Dr. Thouvenot aparecen en los siguientes códices y manuscritos mexicanos: Rueda Boban; Códice Telleriano-Remensis, f. 5v; Códice Vaticano A, f. 45r; 87r; Códice Magliabechiano, f. 44r; Códice Tudela, f. 26r; Códice Ixtlilxóchitl, f. 101v; Códice Veitia, f. 16r; fray Bernardino de Sahagún, Códices Matritenses, f. 252v; Manuscrito Durán, f. ; Códice Tovar, f. 155r; Calendario Mexicano, f. 98r; Diego Muñoz Camargo, Descripción de la ciudad y provincia de Tlaxcala (rueda calendárica dibujada entre los f. 176-178); Jacinto de la Serna, Manual de ministros de indios (tabla calendárica dibujada al final de la obra); Ruedas Boturini Nos. 4 y 5; Ruedas Veitia Nos. 4 y 5.

[2] Para un tratamiento exhaustivo de los glifos de las fiestas de las veintenas nahuas, véase el artículo de Ana Díaz, “Nombrar las veintenas en los códices. Estrategias coloniales de reconfiguración gráfica del año entre los nahuas”, Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, v. 40, n. 113, 2018, 0. 145-195: http://www.analesiie.unam.mx/index.php/analesiie/article/view/2653/3346.

[3] El asterisco indica que sólo se trata de una lectura hipotética.

[4] Es interesante notar que en los Códices Matritenses, las gotas de lluvia están dibujadas en la dirección equivocada y, en lugar de bajar, parecen subir.

[5] Fray Diego Durán, Historia de las Indias de Nueva España e islas de tierra firme, 2. v., estudio preliminar de Rosa Camelo y José Rubén Romero, México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Dirección General de Publicaciones, 1995, v. II, p. 285.

[6] Alonso Zamora, “Return to Aztlan: A Glyph Reconsidered”, https://tlacuilolli.com/2021/03/23/7/. La lectura de Whittaker es citada por Zamora, ibidem.

[7] Jacinto de la Serna, Manual de ministros de indios para el conocimiento de sus idolatrías, y extirpación de ellas, México, Imprenta del Museo Nacional, 1892, p. 325.

[8] Agradezco a Siddharta Carrillo por haber llamado mi atención sobre este texto de Serna y sobre el glifo de atemoztli que aparece en el Códice Mendoza y que comentaré a continuación.

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